Cómo vestirte para un evento de trabajo

Luce fabulosa sin dejar de verte profesional

Cómo vestirse para la fiesta de tu oficina
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Un cóctel de lanzamiento, una gala para presentar un producto, una cena con ejecutivos en un restaurante de alto nivel... Las fiestas y reuniones que tienen que ver con tu trabajo siempre plantean un dilema: ¿qué me pongo para lucir a la altura de las circunstancias?

Y como respuesta, seguro que lo primero que te viene a la cabeza es "algo que se vea profesional". Pues sí, pero recuerda que profesional no siempre quiere decir rígido, adusto o aburrido.

El desafío es lucir clásica pero con la personalidad y el glamour suficiente para deslumbrar, y con la formalidad necesaria para quedar bien ante tus superiores, tus subalternos o tus clientes. ¿Tu mantra? No dejar de verte fabulosa. Estos consejos podrían orientarte:

Más allá del vestidito negro o el traje sastre 

Atrévete al color, y busca modelos de cortes modernos, que hablen de una mujer de negocios que sabe adaptarse a las nuevas tendencias. A todas, inclusive a las de la moda.

Algunos ejemplos:

  • Un vestido tipo wrap en uno de los estampados que se llevan esta temporada.
  • Cortes irregulares, drapeados, sobrefaldas transparentes o géneros satinados son válidos en su justa medida.
  • Una falda tubo negra o color chocolate a mitad de pierna, con una camisa que se robe todas las miradas.
  • Un pantalón cigarette con una chaqueta esmoquin y una blusa con mucho color.

Joyas y accesorios

Como dicen en inglés, keep it simple —manténlo simple—. Aunque estén de moda los accesorios extra grandes, prefiere unas pocas piezas pequeñas. Recuerda que una pieza exclusiva siempre queda bien, así que no temas lucir un buen reloj, un anillo de diseñador o unos aretes vintage. ¿La clave? Solo uno.

A tus pies

Sí a los tacones, pero no muy altos. Ten en mente que es un ambiente corporativo en el que sí debes lucir trendy, pero por sobre todas la cosas, debes verte profesional en todo momento. Evita las plataformas extremas o los tacones excesivos. Con un un par de zapatos clásicos con tacón aguja de no más de tres pulgadas siempre quedarás bien. La nota esta temporada son los colores vibrantes para los zapatos, o metalizados, que resultan ideales para quitarle rigidez a un equipo enteramente negro.

En tus manos

Evita los bolsos maxi o las carteras gigantes. Muchos de estos eventos están pensados para que los invitados estén de pie, por lo cual una cartera con mucho volumen no solo resulta incómoda, sino que a veces poco elegante.

Prefiere un sobre de mano mediano, o una cartera pequeña de alta calidad. Puedes dar la nota chic con un pequeño bolsito con mucho color o metalizado. Una carterita vintage también es una buena idea, y siempre ten presente que hoy ya no es necesario que la cartera y los zapatos combinen entre sí, siempre y cuando estén muy bien integradas al resto de tu atuendo.

Peinado

Vuelvo al punto de lo que decía al principio. Lucir profesional no quiere decir verse aburrida, así que si tienes en mente un adusto chignon, sácatelo de la cabeza. Literalmente.

Opta por peinados simples pero que vayan más allá de la perfecta melena lacia. Puedes hacerte un recogido con unas mechas sueltas alrededor de tu rostro, o dejarte el cabello suelto con unas ondas flojas y, un comodín con el que siempre lucirás fabulosa, una cola de caballo.

Maquillaje

Prefiere los tonos suaves y evita el exceso de brillo. Unos dramáticos ojos ahumados en sombras negras y grises quedan muy bonitos para una fiesta, pero no para la de tu oficina. Busca colores más suaves, como la paleta de los marrones o los morados, y para los labios opta por los tonos pasteles.

Lo que debes evitar

  • Los brillos en exceso.
  • Los estampados o colores estridentes en un solo outfit. Escoge solo un elemento como punto focal: la blusa, una pachmina, una chaqueta, un accesorio, la cartera o los zapatos.
  • Los leggings. Ponte un pantalón cigarette en su lugar.
  • Los escotes tipo strapless o los tirantes espagueti. Trata de que tus hombros estén cubiertos.
  • El despliegue de joyas carísimas, y los accesorios recargados o muy grandes.
  • Los escotes, las faldas con aberturas, los escotes en la espalda y las minis. Luce elegante y moderna, jamás sexy.
  • Cualquier pieza que sea ceñida, transparente o muy reveladora.
  • El cabello desordenado y los peinados muy elaborados. Los accesorios para el cabello como plumas, flores, apliqués o sombreros.